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lunes, 29 de marzo de 2010

El Carta del Cielo

El telescopio tipo Carta del Cielo fue adquirido por el gobierno de Porfirio Díaz en 1889, a solicitud del ingeniero José Ángel Anguiano, director del Observatorio Astronómico Nacional fundado el 5 de mayo de 1878. Que el gobierno de Díaz concediera su adquisición fue resultado de la exitosa presentación de una fotografía de la Luna en un Congreso Internacional de Astronomía efectuado en París, cuya temática era justamente la fotografía del cielo. La placa fue obtenida por Guillermo Beltrán y Puga, Teodoro Quintana y José María Chacón, abnegados colaboradores de Anguiano, con un telescopio llamado pomposamente Gran Ecuatorial, un refractor de 38cm de diámetro y 5m de distancia focal que no estaba diseñado para realizar fotografías. Considerando que la fotografía a base de gelatina de bromuro con nitrato de plata sobre placas de cristal se inventó en 1871, y que las exposiciones fotográficas, aún a la luz del día, eran tan largas como segundos, tomar aquella fotografía del cielo nocturno fue en verdad una proeza

Por el impacto del trabajo de los astrónomos de Tacubaya en aquél congreso, en 1887 el almirante Amédée Ernest Mouchez, director del Observatorio de París, que había ideado un proyecto de 22 mil placas fotográficas del cielo para cartografiarlo, invitó al gobierno mexicano a participar, con el compromiso de capturar imágenes de estrellas desde magnitud 11, más luminosas; hasta 14, menos luminosas, cubriendo una área comprendida entre -10 y -16 grados de declinación (coordenadas de medición de posiciones Norte-Sur), reuniendo un total de mil 260 placas, esfuerzo que concluyó en 1943. El reporte de los resultados debía contener las medidas cartesianas, las constantes necesarias para su transformación en medidas celestes, el tiempo de exposición da cada placa, el estado atmosférico, la fecha y las condiciones de visibilidad.

El telescopio tipo Carta del Cielo del Observatorio Astronómico Nacional (OAN) se compró en la Casa Grubb de Dublín, Irlanda. Había otros fabricantes que podían hacer este instrumento, pero México había adquirido ya otros instrumentos de esa casa, existían referencias, era un fabricante serio, de los mejores en aquél entonces.

Para ilustrar la calidad de este fabricante de instrumentos astronómicos, hay un documento en la biblioteca del Instituto de Astronomía de la UNAM titulado Telescopios Victorianos que trata de los telescopios que se fabricaban en aquella época en Inglaterra, varios de la Casa Grubb. Entre ellos aparece una fotografía de un Carta del Cielo aún en proceso de fabricación, el pie de foto dice que se trata del telescopio destinado para México.

Hoy, el telescopio Carta del Cielo aún opera en perfectas condiciones en el Observatorio de Tonantzintla, Puebla, es un bello instrumento con el que se capacitan estudiantes de astronomía de toda América Latina.

Oficina de Información Pública del Instituto de Astronomía-UNAM, 17/03/010

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